El último jueves, la poeta Patricia Temple presentó La casa del silencio, su última públicación, en el Instituto Raúl Porras Barrenechea. Poesía, actuación, declamación y todas las variantes del arte estuvieron presentes en una noche en la que los versos de Patricia fueron los protagonistas.
La escritora Patricia Temple aguardaba silenciosa y pensativa entre los asistentes. La impaciencia de la gente se reflejaba en las charlas que brotaban y se apagaban en torno a este nuevo poemario, mientras los solitarios asientos con los rótulos de Feliciano Mejía, Domingo de Ramos y Patricia Temple, aguardaban a sus panelistas.
De pronto, irrumpieron en el salón, por detrás de los asistentes, dos muchachas, vestidas íntegramente de negro. Los asistentes se congelaron al contemplar a aquellas señoritas descalzas que caminaban solemnemente hacia el escenario.
Estas fabulosas actrices, integrantes del grupo Grupo Yuyackani, fueron las elegidas para declamar los poemas de Patricia.
Hasta que llegó momento más esperado. Patricia dejó el anonimato para sumarse a los panelistas en la mesa central. El primero fue Feliciano Mejía, editor del libro, quien contó sabrosas anécdotas sobre el proceso de edición de La casa del silencio: «Patricia me cambió 17 veces la dedicatoria y 47 veces el contenido del libro», comentó. «Llegamos a un paroxismo del ciberespacio donde un poema se componía hasta de tres». El auditorio se solazaba al enterarse, quizá por primera vez, de todo lo que sucede detrás de la publicación de un libro. «Cansados pero con ansias de llegar a puerto, cansados pero alegría», así concluyó la edición de estos nuevos poemas de Patricia, así también Feliciano Mejía concluyó su participación.
Llegó el turno del reconocido poeta Domingo de Ramos, quien elaboró una crítica sobre La casa del silencio: «Estos versos no son nada complacientes, vienen desde muy profundo. Se abren desde adentro hacia afuera como una flor carnal y mostrando sus dolores. Transparentan las fibras más íntimas, más intensas.… La erotización del amor está fijada en la destrucción del alma». Fue así que los asistentes pudimos comprender un poco más la poética de Patricia que, como toda verdadera manifestación artística, había causado asombro e incomprensión. Porque, al sentir de Domingo de Ramos, que ha visto a través de la obra de Patricia: «No se llena el amor que es tan raudo».
Domingo le dio a pase a la poeta. Un ramo de flores precedía la mesa y el retrato del maestro Porras resguardaba a los panelistas. Cuánta razón tuvo la autora cuando dijo que siempre es difícil hablar sobre la propia obra. Al fin y al cabo, ya habían hablado los maestros. Patricia, entonces, agradeció a los asistentes, a su familia, por sobre todo a su hermana Inés, y compartió un secreto sobre su manera de vivir la poesía: «Yo escribo como si hoy día me fuera a morir. Eso es escribir con pasión».
Tras la presentación los asistentes, alegres por el evento pero más alegres por haber formado parte él, tuvieron la oportunidad de compartir unos momentos con la autora. El auditorio se convirtió en un salón de conversación en torno a Patricia, que regalaba autógrafos y sonrisas a sus lectores, que ya desde las colas que formaban, repasaban los poemas, en busca de aquel que haya sido hecho para ellos, y que seguramente los acompañará durante toda su vida.
Muchas gracias a las funcionarias Rocio Hilario y Maria Luna por su colaboracion para el exito del evento
ResponderEliminarHermosa presentación del poemario. Felicitaciones a la poeta, a los organizadores y a las dos estupendas actrices por su interpretación.
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