miércoles, 18 de septiembre de 2013

Homenaje a un peruanista

 53º aniversario de la muerte del maestro Raúl Porras



El viernes 27 de setiembre el Instituto Raúl Porras Barrenechea, la Municipalidad de Miraflores y la Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuellar rinden homenaje al historiador y diplomático Dr. Raúl Porras Barrenechea al cumplirse un año más de su partida. El acto conmemorativo, empieza a las 9 de la mañana en la Iglesia Virgen Milagrosa (Parque Central de Miraflores), donde el R. P. Armando Nieto Vélez S.J. oficiará una misa, continúa a las 10:00 a.m., en el Parque Ecológico Raúl Porras Barrenechea, con la colocación de ofrendas florales en el busto del maestro.

Y finaliza con las palabras del Dr. Jorge Muñoz Wells, alcalde de Miraflores, de la embajadora Liliana De Olarte de Torres-Muga, directora de la Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar; de la Dra. Flor de María Shimomura de Reátegui, en nombre de la “Promoción Raúl Porras Barrenechea” 1958 de la Facultad de Educación de la UNMSM, y del embajador Harry Belevan-McBride, Director Ejecutivo del Instituto Raúl Porras Barrenechea de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Sin duda, la vocación de  Raúl Porras Barrenechea fue la enseñanza. En la cátedra universitaria, en el aula escolar, en los seminarios y conversatorios, transmitió a varias generaciones su saber histórico, por ello ha sido considerado uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX y paradigma de maestro universitario exigente y erudito. Raúl Porras no se irá del todo, permanecerá a través de su legado cultural.


“Sus clases de historia eran deslumbrantes por la elegancia de sus exposiciones y el rigor con que preparaba su curso. Creo que todos los que tuvimos el privilegio de pasar por sus aulas vivimos la Historia del Perú de una manera entrañable y, a la vez cuestionadora, pues además de las riquísimas anécdotas con que el doctor Porras aderezaba sus exposiciones ellas incidían siempre sobre una problemática que nos planteaba múltiples desafíos intelectuales. Porras Barrenechea no solo fue un gran historiador sino un maestro en el sentido más generoso y cabal de esta palabra”, recuerda Mario Vargas Llosa, nuestro premio Nobel, quien trabajó con él en su casa de la calle Colina, durante 5 años, apoyándolo en un proyecto de Historia General del Perú.


 Raúl Porras Barrenechea
 Nació en Pisco el 23 de marzo de 1897. Fue un notable historiador, maestro, ensayista, diplomático y, en sus últimos años, senador de la República. Realizó sus estudios en el Colegio de la Recoleta de la Plaza Francia de Lima, donde mostró tempranamente su vocación de escritor. En 1913 ingresa en la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de San Marcos donde, culminados sus estudios, se inicia en la docencia como catedrático de Literatura Castellana y luego de Historia del Perú. En 1918 viaja como delegado estudiantil a La Paz (Bolivia). Fue animador de diversas revistas de literatura y de historia, entre ellas Ni más, ni menos y Alma latina. Fue profesor de Historia del Perú en diversos colegios de Lima, como el Anglo-Peruano (hoy San Andrés), Recoleta y Antonio Raimondi, en los que confirmó sus dotes docentes; ejerció la docencia universitaria en su alma máter San Marcos y también en la Universidad Católica, en la Academia Diplomática y en el Instituto de Urbanismo de la Universidad de Ingeniería.

Tuvo una destacada actuación en su carrera como diplomático, defensor de nuestros derechos territoriales. Entre 1936 y 1938 fue ministro plenipotenciario del Perú ante la Sociedad de Naciones (hoy ONU), embajador en España (1948-1949) y ministro de Relaciones Exteriores (1958-1960). Falleció el martes 27 de setiembre de 1960, en su casa de Miraflores, declarada monumento histórico, hoy Casa-Museo y sede del Instituto que lleva su nombre.

Conferencia: “Repositorios digitales: Tipos, experiencias y retos”


Expositor
Mg. Josmel Pacheco Mendoza

 
Miércoles 18 de setiembre del 2013,  7:00 p. m.

¿Qué es un repositorio digital?, ¿qué características debe tener un repositorio digital? ¿Para qué sirve un repositorio digital? ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los profesionales encargados de  la organización y gestión de documentos?, son las interrogantes que resolverá Josmel Pacheco Mendoza, Master en Gestión de la Información y el Conocimiento (Montpellier, Francia) en la conferencia “Repositorios digitales: Tipos, experiencias y retos”, que se realizará el miércoles 18 de setiembre a las 7:00 p.m., en el Auditorio del Instituto, sito en Calle Colina 398, Miraflores (Ref. Av. Arequipa cdra. 52, hacia la Vía Expresa.
                                       Ingreso libre

Organiza
Instituto Raúl Porras Barrenechea
Calle Colina 398, Miraflores (Ref. Av. Arequipa cdra. 52, hacia la Vía Expresa)
Central Telefónica 6197000 anexo 6102

 
Josmel Pacheco Mendoza es veterinario por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Máster en Gestión de la Información y el Conocimiento (Université Paul-Valéry Montpellier III). Trabajó en el Observatorio Peruano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (OEI-CAEU). Tiene un diplomado en Gestión de Información y el Conocimiento por la Universidad Nacional Agraria La Molina y otro en Gestión de Proyectos Sociales por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Ha participado en numerosas conferencias internacionales en el tema de análisis bibliométrico y colaboración científica.

Es profesor colaborador en la Unidad de Posgrado de la Facultad de Medicina Veterinaria en el tema de Gestión de la Información. Consultor para CONCYTEC en los temas de indicadores de CyT. Actualmente trabaja en la PUCP en la Dirección de Gestión de Investigación de la Oficina de Evaluación de la Investigación del Vicerrectorado de Investigación como Especialista; además de colaborar con el equipo editorial de la Revista de Investigaciones Veterinarias  del Perú (RIVEP).            

martes, 3 de septiembre de 2013

Presentación del poemario Construcción civil de Willy Gómez Migliaro


Jueves 5 de setiembre, 7:30 p.m.

Paracaídas Editores tienen el agrado de invitarlos a la presentación del poemario Construcción civil de Willy Gómez Migliaro.

Los comentarios estarán a cargo de los poetas Dalmacia Ruíz-Rosas Samohod y Miguel Ildefonso, moderará la mesa Juan Pablo Mejía (editor).

La cita es el jueves 5 de setiembre a las 7:30 p.m., en el auditorio del Instituto Raúl Porras Barrenechea, calle Colina 398, Miraflores. (Altura Cdra. 52 de la Av. Arequipa, hacia la Vía Expresa)


Sobre el autor

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968).  Poeta, profesor de literatura y consultor en educación. Ha dirigido las revistas de poesía Polvo enamorado (1990-1992) y Tokapus (1993-1996). Ha publicado los libros de poesía Etérea (2002), Nada como los campos (2003) y La breve eternidad de Raymundo Nóvak (2005)  y Moridor (2010).
Sus poemas han aparecido en importantes revistas latinoamericanas y españolas, así como en diferentes antologías nacionales e internacionales.  Ha sido traducido al inglés, francés, portugués e italiano. Ha participado en Poéticas Visuales de la Resistencia con el video-poema Tokapus.  

Sobre los comentaristas

Dalmacia Ruiz-Rosas (Poeta). Dalmacia Ruiz-Rosas Samohod (Lima, 1957) Poeta, periodista, fotógrafa y productora de rock. Realizó estudios de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Militó en La Sagrada Familia (1977) y en Hora Zero. Fue aliada principal del Movimiento Kloaka. Ha publicado los libros de poesía: Secuestro en el jardín de las rosas  (Hipocampo editores, 1998), Baile (Hipocampo editores, 2000) y Conjuntos de objetos encontrados [detestables sentimientos de jóvenes ingeniosos] (2006), Roce en roq (Tranvía Editores, 2012). Tiene inédito el libro Palacio de justicia. Sus poemas han aparecido en diferentes antologías a nivel nacional e internacional.

Miguel Ildefonso. Poeta y narrador. Nació en Lima, Perú, en 1970. Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú e hizo una Maestría en Creative Writing en la Universidad de El Paso, Texas. Dirigió la revista virtual El Malhechor Exhausto. Obtuvo el Premio Nacional PUCP 2009 en la categoría poesía, con Libro de Exilio. En el 2010 edita su poemario Todos los trágicos desiertos y cierra un gran ciclo de poesía con la obra voluminosa: Dantes.


Juan Pablo Mejía. (Lima, 1982), Comunicador Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dirige la revista de creación El Jinete de la Tortuga y el sello Paracaídas Editores. Ha organizado concursos, encuentros literarios y recitales poéticos junto al Grupo Cultural “Nudo de Voces”, del cual forma parte. Poemas suyos aparecen publicados en diversas revistas y blogs de Literatura, así como en las muestras colectivas Nudo (2007), Caja de Typos (2007) y Cuatro (2009). Antologado en Poesía Perú S. XXI: 60 Poetas Peruanos Contemporáneos (2007 y Balada de la piedra que canta, su primer libro.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Raúl Porras Barrenechea por Mario Vargas Llosa “No solo fue un gran historiador sino un maestro”[1]



Tengo una gran deuda contraída con Raúl Porras Barrenechea. Sus clases de historia eran deslumbrantes por la elegancia de sus exposiciones y el rigor con que preparaba su curso. Creo que todos los que tuvimos el privilegio de pasar por sus aulas vivimos la Historia del Perú de una manera entrañable y, a la vez cuestionadora, pues además de las riquísimas anécdotas con que el doctor Porras aderezaba sus exposiciones ellas incidían siempre sobre una problemática que nos planteaba múltiples desafíos intelectuales. Porras Barrenechea no solo fue  un gran historiador sino un maestro en el sentido más generoso y cabal de esta palabra.

El doctor Porras Barrenechea me contrató como uno de sus dos ayudantes  –el otro era Carlos Araníbar– en un proyecto de Historia General del Perú, patrocinado por el librero y editor Juan Mejía Baca, en el que a él le correspondía los periodos de Conquista y Emancipación. Durante cerca de cinco años trabajé en su casa de la calle Colina de 2 a 5 de la tarde y para mí esas horas y esos años son los que me dieron mi mejor formación universitaria. Gocé tanto trabajando a su lado que en algunos momentos hasta estuve tentado de abandonar los estudios de Literatura para consagrarme a la Historia. Además de un investigador de gran aliento, Porras Barrenechea, fuera de trabajo, era conversador, risueño, gran contador de anécdotas y siempre dispuesto a dar un consejo y prestar una ayuda a quienes trabajamos cerca de él.

Tal vez lo más importante fue su ejemplo  de probidad intelectual. Como él era tan exigente consigo mismo en el trabajo intelectual nada lo exasperaba más que la falta de seriedad, la negligencia o la picardía de esos profesores o intelectuales que citaban de memoria o mentían a la hora de escribir sus trabajos de investigación porque sabían que el público al que se dirigía no reconocería sus embustes. Porras nos enseñó a sus discípulos a escribir como si los lectores de todo lo que publicaremos fueran los más inteligentes y los más cultos del mundo.

Recuerdos que me llenan de nostalgia y cariño. El primer trabajo que me encargó el doctor Porras fue leer las crónicas del Descubrimiento y la Conquista fichando todas las referencias a los mitos y leyendas, un tema en el que la historia se volvía a menudo literatura fantástica. No todo era trabajo. A veces llegaba el doctor Ricardo Vegas García, gran amigo de Porras, y nos llevaba a tomar té a la Tiendecita Blanca. Porras Barrenechea cultivaba el viejo arte limeño de la chismografía y sabía ironizar y burlarse de las gentes de manera prodigiosa y risueña, con enorme gracia pero sin malevolencia. Su memoria era prodigiosa. Escribía con una letra menudita y cuando teníamos que mecanografiar esas fichas sudábamos la gota gorda. Muchos nuevos y antiguos discípulos caían por ahí entre ellos Pablo Macera, cuyos exabruptos y poses encantaban a Porras. En su soberbia biblioteca había muchos libros de literatura. Y acaso la razón de la buena prosa de Porras Barrenechea se debió a sus voraces lecturas de los clásicos castellanos, a los que enseñó durante algunos años en el colegio y en la Universidad de San Marcos.





[1] De ‘El pez en el agua’ de Mario Vargas Llosa.